Falto de palabras, falto de valor para escribir por última vez.
Hoy sí cuesta trabajo la despedida, hoy parece que muero en estas palabras y que sólo resta me eches las flores y sigas con la tierra.
Se muere la luna luego, ya no vale la pena seguir.
Regreso a mi casa de siempre, regreso a su vientre, regreso a la tierra y de todas formas no vuelvo, vengo como fantasma, como sombra gris, tanto violenta como silencio y pasividad.
Desde ahora, las palabras mueren en mí.