Aziza (Invaluable)

Estoy fatigada ya. 

Me encantaría terminar con todo de un golpe a un suspiro. Escribir un testamento informal. Poner en el blog que esto es lo último, poner de título "Los últimos versos". 

Y no seguir más. 

Cualquiera puede abandonar, cualquiera puede estar cansado. 

No más. 

Por qué no tengo derecho a abandonar el barco.

15 de Febrero de 2006

La luna robada

Se han llevado la luna no sé a dónde, sé que me la robaron, todos sus pensamientos, simplemente no están.

            Una noche se cobijó en mis brazos y ahora, no está.

            No sé quién se la llevó, sé que un día la noche llegó sin ella y las estrellas se ocultaron con tristes nubes, nunca volvieron a ser las mismas.

            Mi querida luna, ah, ese punto común en nuestra lejanía. Se han robado mi nocturna entidad.

Entre besos desolados, sollozos internos y mis lágrimas que ya no mueren, y no desaparecen. La recuerdo al mirar el cielo opaco que ya no tiene su vaivén; ausente, no está para mirarle. La angustia me cierra los ojos. nada soy sin la luz tenue y sepia que ya no alumbra mi ventana.

            Mi luna, esa luna con la que nací, , mirándola siempre, amándola, velando por su dualidad, deseando conocer ese lado oscuro en el cual se perdían mis pensamientos volados, mi luna, crecí a su lado,  con ella pensé morir.

            Todos los tragos que bebí en ella, y los besos, y los versos. Tanto recuerdo, tanto ir y venir, jamás me dejó.

            La descuidé una tarde, las hojas hacían otoño dentro de mí, cuando los ojos se me cerraron con la luz de un falso sol que de repente aún suspira...  ni arco, ni lira, ni canto, ni poesía, un lienzo que se borra al pasar los días, una visión remota y fría...

No hay como el amor por mi luna.

            Sé cuán falso es este deseo, sé que este no es mi cielo, sé que este sol es falso, es pasajero.

            ¡No está!

            Luna roja, menguante o creciente,  nueva o llena, sé quién te arrancó de mi lado, sé quién cautiva te tiene, prisionera, pobre luna secuestrada, amordazada cruelmente.

            Mirando el espejo, mirando al culpable...

            Con tus ojitos vendados, sé quién te tiene vanamente y sé también en qué rincón del closet te escondieron, entre andrajos y zapatos viejos, y ese olor a guardado, cosas inútiles y otros fantasmas capturados.

Lo sé, esa alma maldita la desnuda por las noches, la cambia fríamente de cajón, la amarra para que no se vaya, y aunque por el día la baña tiernamente, no la deja, la mantiene ausente, marginada de las noches, de los días, de mis amores.

¡Oh, mi pequeña, mi luna, perdóname por no mirarte, por no despertar a tu rescate!

Un día, le miraré, de frente, le soltaré las manos para otra vez intentar volar a su lado.

Juegos

Cómo las notas hacen notar nuestra estancia en mundos.

Los paralelos, 

las noches, las cosas, la vida.

La luna hoy se acomoda,

se extiende 

sobre la fina tela de cielo y sube baja,

comienza, busca, juega, 

atrapa, miente.

Sueño, calor, muerte.

Mi vientre como las olas, 

como la luna que se extiende,

se ha buscado rincón en mí,

palpita, vibra, es constante, 

y también anochece.

Es inmerso en mí, constante, 

te da un rincón igual,

te vuela.

Aquí está mi corazón 

lunanoche serena en mi día.

Domingo...

La casa está limpia, se huele fresca, hay un dejo del olor de la comida, un desorden que no incomoda. sólo unas cuantas cosas de lugar, esas que no encuentran lugar, esas que no sé dónde guardar.
Vendrá pronto el olor y el sabor del café de olla, la receta de mamá que hoy me ha provocado. Un poco de anís, café, chocolate, pimienta, el vapor que sube.
Es domingo, es de noche, veo las películas que me hacen llorar por momentos, esas escenas que parecen recuerdos, canciones, ilusiones que se quedan en los aeropuertos, guerras que arrancan el corazón, muerte, más llanto. Es domingo, es de noche, la ropa ya se ha lavado, comienzo a pensar en el temible lunes que llegará, las palabras que no llegan, el café que llena la casa, las tantas películas que no he visto y las canciones que no he escuchado.
Y no puedo dejar de pensar...

es domingo, es de noche y te preparo el café de olla que tanto te gusta, te pregunto si quieres cenar, me ayudas a recoger esas cosas a las que yo no les encuentro lugar nunca, tiendes la cama y me lo reprochas como siempre, enciendes el calentador para bañarnos, pasas a mi lado y me besas, me llenas de sorpresas, es domingo, no quisiera ir a la escuela mañana, pero sé que me despertarás con un besito, y me levantaré con más ánimo, me dices que no me preocupe, que recogerás la ropa del tendedero, y que te ocuparás de la comida, por la mañana me darás un termo de café y me despedirás en la puerta, como todos los días. Me dices, amor, es domingo y ya es de noche, no te has bañado, mañana seguiremos viendo esas pelis, los dos solitos para abrazarte cuando llores. 

...Sí, es un día terrible, comienza la semana, como siempre, como no pensé que empezaría, como siempre, comienza con ausencias y pensamientos que son recurrentes. Prepararé la mochila, la ropa de mañana, el café incluso, tomaré un  baño y me iré a la cama. Cerraré los ojos y no vendrán los sueños, daré vueltas y no vendrá el sueño. Y en el momento en que cesen mis pensamientos, sonará el despertador y la rutina, nada más que eso, me sacará de la cama, yo saldré sin deseos. 

Un Momento

1. Es cuando contemplarte me trae deseos que no comprendo, mirarte así, tan quieto y compartirte mi intimidad. 

2. Sujetarme a algo que en realidad no existe y que por sí mismo es doloroso y temido. 

3. Compartir un momento que no dice nada y a la vez dice todo. 

4. Me miras así, como siempre he querido que me observes, que me analices y quieras lo que quiero. 

5. Los sueños, al fin, tienen comportamiento propio y ni son tus ojos, y tampoco los puedo detener, ni prohibir, ni callar. 

6. No saber contar el tiempo y callar su marcha. 

Sólo un día

Regálame un día, un día de esos que no tienes, que no tengo. Regálame uno de esos días que se pueden compartir, de esos que se viven en pareja y no recuerdo cómo son. 

Regálame un día, necesito despertar con alguien, pensar que desperté con alguien, sentir a mi lado el cuerpo de alguien, asear la casa, lavar la ropa, cocinar, uno de esos días que te levantas tarde, te preparan el desayuno y tú a cambio das mil besos. 

Regálame un día de esos para sentir que mis noches no van tan mal, para sentir si quiera un poco de compañía en la casa. 

Regálame eso de encerrarnos por horas, ver películas, dormir tarde, esos días de descanso en que no importa el trabajo, no importa más nada, echarse a la cama y hacer el amor. 

La Oscura Noche

No dejaré que el miedo 
avance como  la noche oscura.      
El miedo ha avanzado como la noche oscura.
No avanzará el miedo como la noche oscura.
El miedo avanza como la noche oscura.
No quiero que el miedo avance como la noche oscura.
No avanza el miedo como la noche oscura.
El miedo avanzó como la noche oscura.
Está en mis huesos, en mi sangre, se ha metido a mi alma, a mi corazón. Haces que me quiebre cada vez, al mirar tus ojos o sentir un dejo de tu presencia, algo que indique tu paso por aquí, me rompes. 
Soy vulnerable, estoy rota ahora, soy polvo.

Pero Mirar la Lluvia...

Pero mirar la lluvia por la ventana, escucharle, 

es como un buen alimento para el alma. 

Imaginarla basta, sobre mis ojos brota, caen las gotas, 

y el alma sonríe. 

Huelo la lluvia y es como tocarla, 

y pensar que corre sobre tu cuerpo 

y puedo tocarla...