jueves, 14 de junio de 2012

Etiquetas

Esta tristeza me ha alejado de cualquier nombre, de todos los rostros que veo. Es triste ser etiquetado, es triste ser un "like", también es triste ser deseado. 
Más allá del deseo, está esta primavera humana que no es del todo sana, la primavera del cuerpo, de la mente, el corazón, no. Ese artefacto sigue hibernando mientras el cuerpo arde y las pasiones nos dividen. Por la noche entregaba mi tiempo, al deseo, no del cuerpo, la compañía estaba ahí; al alba los deseos cesaron, se volcaron a un hecho no infame, pero sí absurdo y el tiempo volvió a caminar. De pronto, nos salieron ocupaciones inexistentes, sabía, que el cuerpo, que la vista, son sólo objetos que terminan por molestar. La despedida, también se convirtió en una etiqueta, en algo simple como esta indiferencia que mi corazón sintió. Sabía que nadie saldría de la pantalla del ordenador a abrazarme, a quedarse todo el día y consensuar el desayuno. Qué más da el deseo, el próximo día, seremos un objeto más entre tantos. La etiqueta de perdedores, tras la etiqueta de olvidados, tras la  etiqueta de publicidad, tras la etiqueta de una más, de lo que he visto o no, de lo usado y nuevo; con la etiqueta de necesidad...

Esta tristeza que ha dejado tu nombre y todos los nombres, es un tatuaje del alma y una perfecta soledad.