jueves, 20 de septiembre de 2012

Septiembre





El cielo se ha despejado, nos deja mirar la luna llena de esta noche. No sé mañana, hoy no estás aquí y las horas pasan. Siempre hablo de un nosotros que en realidad no existe, como si en realidad fuera algo común y diario. Esas horas que me acompañan. Esta lluvia, esta humedad, los ojos o las sonrisas que me has dado, son momentos que no han de volver
No sé cómo hablarte, sé, que seguiré buscando excusas que aplacen cualquier comienzo y eso no te molesta tanto como a mí
Esas tonterías que decimos cuando estamos enamorados, son eso no más, absurdos que se van acumulando sin caricias, sin realidades o planes
No sé a dónde me lleva el hecho de decidir entre tú y la distancia, pues también tú eres distancia, ausencia que atormenta a cualquiera. Las palabras son bastas, los versos, la lluvia, todo está de más, el tiempo sigue su marcha y aún cuando el mundo vaya a prisa y nuestro reloj también, somos demasiado mañosos para dejarnos llevar por un amor adolescente y los deseos. Y nunca aceptaremos tal realidad
No somos más que niños miedosos, orgullosos e irreductiblemente necios, esperando que alguien dé la vida por estar a nuestro lado. Eso no pasará, ya lo hemos hecho antes, y no lo haremos esta vez. Esta vez, nos quedaremos sentados esperando que el otro luche y sólo nos miraríamos pasar como cuando se ve caer un cuerpo de un tercer piso, algo irremediable
Porque ya nosotros hemos dado el paso al vacío y sólo nos hemos encontrado en el camino, y sin embargo no queremos tomarnos de las manos por temor de que el otro sea más pesado y nos lleve más rápido al final
Yo no decido nada, es el tiempo ya, esperar que en la caída algo milagroso ocurra, pues la circunstancia no da para más. Yo misma he dejado caer mi cuerpo en este abismo, he decidido no luchar, es entonces, que ahora la decisión ha rebasado los deseos, no hay más.  La esclavitud que acepté de mis palabras, parece algo inquebrantable, la confianza en la conciencia, la fe en la fortuna, la razón, el amor. Puedes criticar todo lo que hay en mí, de cualquier forma pasará lo que tenga que pasar y no podemos adivinar lo que viene, porque ya depende de otros hechos, todo lo que pueda suceder con nosotros, ya lo ha tocado Chávez. 


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